Fotografias Comentadas


Tenías un cubículo con cuatro paredes y una pequeña puerta  -sin ventanas-  donde protegías tus sensaciones y pensamientos de las miradas curiosas.
Un buen día, se cayó una pared y con ella tu privacidad.
Fue entonces que te vi, que me viste.
Empuje suavemente una pared, y ésta cedió;
Lo mismo sucedió con la otra, y finalmente con la última.
¿Te quedaste sin nada?
Al contrario.
Hoy tienes el más acogedor cubículo que pudieras desear. “Tiene paredes transparentes, puerta a discreción y algo más,… un no sé qué, que tu y yo, que ustedes y nosotros disfrutamos a más no poder.
Un cubículo donde, virtualmente, siempre nos podremos encontrar.






Los madrugadores se encuentran en el Cubículo Armando Zapien, antes de las 7 de la mañana. No tarda en llegar Margarita Ruíz. Luego, casi todos los madrugadores se irán a abastecer de café (a la Cafeta que se ve al fondo a la derecha)en donde pedirán: : chico suave, chico fuerte, grande suave y un te.   










De izquierda a derecha: Marco Antonio, Margarita, Ernesto, Carlos, y Abelardo, que fue quien tomo la foto y luego se agrego (de pegoste, miren como no tiene sombra, parece estar flotando) con photo shop.   Este es el mero corazón del Cubículo sin Fronteras




El martes 7 de febrero del 2012, primer dia de clases en la UABC, se inició con un cielo apocalíptico. El sol devoraba las nubes en un frenético y hambriento amanecer. Mas adelante (horas después), ya saciada su hambre, refrescó la calcinada tierra con ligeras, pero tupidas, cubetadas de lluvia, al compás de gélidas ráfagas de viento. Fue un día difícil de olvidar. Por nada del mundo se lo hubiera perdido el cubículo virtual sin fronteras.




El miercoles 8 de febrero el Cubículo Sin Fronteras abrió sus puertas justo cuando estaban despertando las flores de su basto y variado jardín. Unas tímidas, otras coquetas, otras mas atrevidas,... mostraban sus encantos a la estudiantada que jubilosa empezaba a llenar el campus Valle Dorado.




Jueves 9 de febrero. Un cielo azul contempla complacido lo que ocurre en el campus Valle Dorado de la UABC. Desde el aula A-9 se divisa un oasis multicolor, y uno de los maestros del Cubículo Sin Fronteras precipita su clase, ansioso por ir a ver de cerca ese pequeño dominio de prometedora belleza.




Una inmensa alegría nos invade al estar a unos pasos de este arreglo de belleza que sobrepasa por mucho las expectativas de minutos atrás.